Semana no. 15 – 31 de diciembre del 2008 y 2 de enero del 2009
Desde su surgimiento como compositor nacionalista, Piotr Ylich Tchaikovsky, demostró ser un hombre con solvencia musical y talento, pero un hombre con fallas que un día lo harían ver como un payaso de sus depravaciones. Hace ya algún tiempo, circuló en cadena nacional, un spot de TV bastante suculento (no me refiero a lo que vendían en dicho spot) por la música de Tchaikovsky (Concierto para violín en re mayor op.35) que engalanaba sus imágenes: las riquísimas galletas, conocidas en México como Canelitas. Ahí, el nacionalismo, la misoginia y la depravación se conjugaban para ¡¡vendernos galletas!! ¿No lo cree? Atrévase a comprobarlo.
Primera Parte:
Y continuamos en esta semana, con el amor no concedido de un hombre y sus problemas sexuales, ideológicos y culturales (Tchaikosvsky). Esta es la segunda parte de la música que ambientaba los famosos comerciales de TV: Canelitas. Concierto para violín en re mayor op.35. Por cierto la pregunta es ¿Cómo puede un hombre con un violín sostener una orquesta inexistente?
Segunda Parte:
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